La planta de Malvinas, paralizada y con cambios

A raíz del bloqueo de ambientalistas, la obra civil está suspendida. 
Se estima que tras las elecciones podrían reanudarse las tareas. En la actualidad, la obra de construcción de la semillera de Monsanto en el municipio de Malvinas Argentinas está paralizada por el cierre de los accesos al predio a raíz de la protesta de grupos ambientalistas en contra de la presencia de la compañía en Córdoba. 

El Juzgado de Conciliación de 4° Nominación de la provincia, a cargo de la jueza Graciela Escudero de Fernández falló a favor de la continuidad de los trabajos civiles y la empresa 
reclamó que se cumpla esa medida. Este pronunciamiento 
judicial fue rechazado por las agrupaciones que consideran “una trampa” que primero se 
levanten las instalaciones y luego se determine el impacto ambiental de la planta en plena producción. 

La semana pasada se presentó un nuevo recurso de amparo contras las autorizaciones. Los amparistas cuestionan la legalidad de las autorizaciones firmadas por funcionarios de la Secretaría de Ambiente de la provincia, cuyo titular, Luis Federico Bocco, fue denunciado por la Funam. 

Esta entidad ambientalista considera irregular el aval dado por los funcionarios de esa 
cartera, dos de planta permanente –Jorge Elía y Abel Anuzis– y otros dos contratados –Duilio Padula y Alejandro Natalicio– que ya no trabajarían en esa dependencia. Sin embargo, Monsanto ya viene aplicando una reestructuración en sus planes de inversión. 

Por ahora, prevé hacer las dos primeras etapas, pero 
postergó para después de 2016 el resto de las obras. ”En función del crecimiento del área de maíz en la Argentina, está prevista la construcción de una segunda secadora para el año 2016 y posteriormente las subsiguientes etapas para completar desde la tercera a la sexta secadora, ampliación de capacidad de almacenaje en silos y capacidad de 
torre de clasificación”, describió la firma.