
Los efectos de la modificación genética en el medio ambiente y en el organismo se desconocen. Estamos ante un arriesgado experimento a nivel mundial sobre toda la raza humana y la biosfera terrestre, una ruleta genética. Los denominados OGM (Organismos Genéticamente Modificados) son con diferencia la mayor amenaza que se cierne hoy no solo sobre los humanos sino también sobre animales y plantas.
Incluso si evitamos el consumo de alimentos transgénicos (difícil puesto que no aparecen en la etiqueta a pesar de que la mayoría de los alimentos procesados contienen transgénicos) las plantas genéticamente modificadas contaminan el resto de las cosechas, ya que, aunque dispongamos de la tecnología para modificar los genes de las plantas, no tenemos control sobre el viento, los insectos y los pájaros que transportan las semillas. El intento de manipular la naturaleza para el enriquecimiento de unos pocos no puede sino conducirnos al desastre.
Las pruebas están ya a la vista. Inicialmente, los agricultores estaban contentos con los cultivos transgénicos, genéticamente modificados, puesto que tenían que aplicar menos pesticidas para acabar con los depredadores más comunes de cada cultivo. Sin embargo, con los años, al romperse el delicado equilibrio del ecosistema con la desaparición del depredador de un cultivo, otros insectos empezaron a reproducirse sin control. A raíz de ello, ahora los agricultores que usan transgénicos tienen que usar más pesticidas que cuando no usaban semillas transgénicas. Pero todo queda en casa, porque Monsanto, la corporación que controla la mayoría de la producción transgénica a nivel mundial, también fabrica los pesticidas que "necesitan" sus semillas. Por cierto, Monsanto ha arruinado en Estados Unidos a muchos agricultores que no han querido pasarse al cultivo transgénico acusándoles de haber utilizado sus semillas transgénicas, ya que al estar "patentadas" no se pueden usar sin comprárselas a ellos. Evidentemente, dichos agricultores no pueden evitar que el viento, los pájaros o los insectos transporten las semillas transgénicas a sus campos. El testimonio de estos agricultores, así como la historia de los transgénicos se relatan en el magnífico documental emitido en TVE2 ”EL FUTURO DE LA COMIDA” (pincha en el enlace para verlo on-line).
Nuestros esfuerzos deberían orientarse a restablecer la armonía y el equilibrio con la naturaleza mediante cultivos sostenibles y ecológicos.
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